10:40 P.M. Siéntate. Mírame. ¡Mírame! Mira al monstruo a los ojos y comprende que fuiste tú su luna llena. No intentes hablar: la cinta adhesiva no se va a caer aunque la mojes de sudor y de saliva y de lágrimas. Compréndeme: no hay otra alternativa.
7:20 P.M. No hay otra alternativa. Sonríe. Levántate. Ponte la blusa escotada. Maquíllate. Depílate las piernas. Ponte el perfume caro que te regalaron en tu cumpleaños. Agarra las llaves. Sal.
10:45 P.M. No hay salida, comprende. Nadie va a venir a salvarte. Escúchame. Deja de intentar gritar, necia. Escucha y cree cuando te digo que es tu culpa. No, no me mires así. Ya no puedes evitarlo, ¡entiende! Cierra los ojos, es lo mejor que puedes hacer; es la única oportunidad que voy a darte.
7:50 P.M. Es la única oportunidad. Sonríe. Míralo a los ojos. Juega con tu cabello. Acepta un cigarrillo aunque no sepas fumar. Finge. Ríete. Míralo a los ojos. Di que sí. Bésalo. Vete con él.
11:00 P.M. No puedes venir conmigo. Voy por mis instrumentos. No te asustes, las ratas son inofensivas. Además pensé que no querías estar conmigo. No tardo, voy por mis instrumentos.
8:10 P.M. El mejor instrumento de una mujer es su sonrisa. Sonríe. Toma su mano.
11:10 P.M. No llores: sólo es un corte en la mano. Así se empieza. Es para no hacer tanto tiradero. Tal vez te duela más. No importa. No creo que comprendas que lo necesito. Lo necesito. Te necesito. Tengo que hacer esto. Cierra los ojos.
9:20 P.M. Cierra los ojos. Di que sí. Sonríe. Deja que te bese. No abras los ojos, así no tendrás que ver la realidad. Deja que te toque. Tócalo. Bésalo. Quítale la ropa. Quítate lo poco que te queda. Deja que mire. No lo mires.
11:11 P.M. No me mires. ¿No comprendes? No soy un monstruo. Sólo necesito tu corazón.
Andrea González
Ilustración: Cinthia Flores.
Encantador. n_n
ResponderEliminarSonríe. Épico final.
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